Un nuevo estudio estima que esa es la cantidad de rayos que cayeron sobre nuestro planeta entre hace 3.500 y 4.500 millones de años, el periodo en que surgieron los primeros organismos vivientes
En la actualidad, cada año caen sobre la Tierra unos 560 millones de rayos. Pueden parecer muchos, pero son apenas una fracción de los que había hace entre 3.500 y 4.500 millones de años, el período en que la vida apareció por primera vez en nuestro planeta. Según las estimaciones de un equipo de investigadores de las universidades de Yale y Leeds, en efecto, en aquel lejano lapso de tiempo la cantidad de descargas eléctricas osciló entre mil y cinco mil millones anuales. Cerca de un trillón de rayos , pues, a lo largo de esos mil millones de años durante los que la vida surgió por primera vez.
En un estudio publicado esta misma semana en Nature Communications , los investigadores sugieren que esa enorme cantidad de rayos pudo ser, precisamente, el desencadenante que permitió a la vida arraigarse en el planeta.
«Este trabajo -explica Benjamin Hess, autor principal de la investigación- nos ayuda a comprender cómo pudo haber surgido la vida en la Tierra, y cómo podría estar surgiendo en otros planetas similares al nuestro».
En parte, según Hess, la historia empieza con el fósforo. Ese elemento químico, en efecto, es un ingrediente clave para la formación de la vida, pero se da la circunstancia de que no era fácilmente accesible en la Tierra primitiva. Hace miles de millones de años, la mayor parte del fósforo de la superficie terrestre estaba 'secuestrado' en el interior de minerales insolubles.
Por esa razón, los investigadores llevan décadas preguntándose cómo exactamente el fósforo inaccesible de la superficie terrestre pudo llegar a ser utilizado para crear ADN, ARN y otras moléculas necesarias para la vida . Para hallar una respuesta, hasta ahora los científicos habían dirigido sus miradas a los meteoritos ricos en schreibersita, un mineral de fósforo que es soluble en el agua. Ahora bien, ¿impactó contra la Tierra una cantidad suficiente de estos meteoritos como para crear las condiciones necesarias para el surgimiento de la vida biológica?
Parece ser que no. La frecuencia de llegada de esa clase de meteoritos es, de hecho, el principal inconveniente de esa teoría. En efecto, durante el periodo en que se piensa que comenzó la vida, hace entre 3.500 y 4.500 millones de años, la frecuencia de las colisiones de meteoritos con la Tierra cayó en picado .
Pero según los investigadores existía otra fuente para 'liberar' el fósforo contenido en la schreibersita. Hess explica que el mineral también puede encontrarse en ciertos tipos de cristales, llamados fulguritas, que se forman cuando un rayo golpea el suelo. Y con la ventaja de que el fósforo contenido por esos cristales es, además, soluble.
¿Pero había rayos suficientes? Utilizando modelos informáticos, Hess y sus colegas estimaron que en la Tierra primitiva se producían entre mil y cinco mil millones de rayos al año. Y que de todos esos primeros destellos, entre 100 millones y mil millones habrían llegado hasta el suelo . Lo cual arroja un resultado de entre 0,1 y un trillón de impactos durante los mil millones de años durante los que la vida se formó.
Para los investigadores, además, la teoría de los rayos presenta otras ventajas. Primero, y a diferencia de lo que sucede con los meteoritos, el número anual de rayos se habría mantenido constante. Y segundo, es muy probable que los rayos fueran más frecuentes en las grandes masas de tierra de las regiones tropicales, proporcionando extensas áreas con una mayor concentración de fósforo utilizable.
Todo ello, para Hess, « hace que los rayos se conviertan en un importante camino hacia el origen de la vida ».
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